
2015/ Proyecto en curso
El hombre del saco está formado hasta ahora por un político fotográfico y una serie de prototipos escultóricos.
En El hombre del saco se refleja la violencia ejercida por el Estado durante la dictadura militar española. Analiza las estructuras arquitectónicas que sirven de lugar, pero también icono y símbolo del comportamiento sádico del ser humano para alcanzar los objetivos de expansión geográfica, política, racial y especista. El proyecto se suma, en definitiva, al debate sobre la arquitectura del poder.
Destaca especialmente la estructura del obelisco, que aparece en una de las imágenes que componen el díptico fotográfico: se trata de una de las llamadas «torres de enfilación» de la Bahía de Alcudia Alcudia, Mallorca, que originalmente sirvió para ejercicios militares submarinos del Polígono de Armas Submarinas Corria de 1941 a 1970. Los submarinos estaban entrenando maniobras de tiro lanzando torpedos navegando por el centro de la bahía. El método de funcionamiento consistía en encontrar la línea de posición obtenida por la superposición de las torres.
En la actualidad estos obeliscos se encuentran de forma habitual y forman un grupo de 14 parejas que se ubican desde la Albufera de Muro hasta la Colonia de Sant Pere, en la bahía de Alcudia (Mallorca). Entre torre y torre hay una distancia de 1240 metros. Originalmente pintado en blanco, numerado y con marcas rojas en diferentes niveles para las prácticas de la armada. Las torres dejaron de estar obsoletas y el posterior abandono resultó en un estado de deterioro, por lo que se decidió rehabilitar algunas de ellas. En este momento no tienen ningún uso.
Junto a la fotografía documental de la torre de enfilación, se completa el díptico fotográfico con una imagen también documental del estado actual de la fosa común de Sa Coma, Bayo (Manacor, Mallorca). Esta fosa se encuentra en medio de la playa de <sa Coma (Sant Llorenç) y forma parte de las 44 fosas comunes con restos de represalias del franquismo en Mallorca. La Asociación Memòria Històrica de Mallorca ha conseguido documentar la existencia de esta tumba con 500 personas fusiladas por las fuerzas nacionales. Se cree que la mayoría de los 500 cadáveres que se encuentran aquí son republicanos comandados por el Capitán Bayo que desembarcó en agosto de 1936 entre sa Coma y Portocristo. La fosa de Sa Coma está considerado por el investigador Antoni Tugores como «el más grande de Mallorca». Se encuentra en la parte más septentrional de la arena y paralela a la costa.
El título del proyecto está tomado de la leyenda española de El hombre del saco o viejo del saco es un personaje mítico popular aún presente en algunas zonas. Se le representa como un hombre que deambula por las calles cuando oscurece para que los niños perdidos los lleven en un gran saco a un lugar desconocido. Este personaje se caracteriza por ser un susto de los niños y se utiliza como argumento para obligarlos a regresar a casa a una hora temprana. Es similar al coco e identificable con las sacamantecas, ya que tiene el mismo origen que este último. La leyenda de El hombre del saco tiene su base real en un crimen cometido en Gádor, localidad de Almería, en 1910.
https://memoriahistorica.org.es
El hombre del saco donde se exhibió en la exposición colectiva Reconsiderando el Monumento comisariada por Miguel Cereceda (31 de mayo / 15 de septiembre de 2019. Palacio Quintanar de Segovia, Segovia). Artistas: Fernando Baena junto a Rafael Sánchez-Mateos, Domènec, Andrés Durán, Leandro Erlich, Concha García, Rogelio López Cuenca junto a Elo Vega, Cristina Lucas, Ulises Matamoros, Luis Montes Rojas, Miguel Ángel Moreno Carretero, María José Ollero, Bernardí Roig, Paula Rubio Infante, Domingo Sánchez Blanco, Fernando Sánchez Castillo, Santiago Sierra y Susana Villanueva.
«El arte público y monumental parece uno de los grandes olvidados de la historia del arte. La gente reconoce con dificultad las estatuas y las esculturas en las plazas y calles de las ciudades, pero ignora por lo general a los artífices de estas obras. Ello es sorprendente, puesto que se trata de un arte público, que a todos pertenece. Sin embargo, el carácter oficial, patriótico y conmemorativo que suele tener la estatua y la escultura pública en general, hacen que su estética sea considerada como tradicional, poco novedosa o conservadora, y que por ello la estatua sea especialmente olvidada por los historiadores del arte. Por lo demás, la escultura pública y monumental tiene algo de decimonónico y, en el contexto de la gran ciudad contemporánea, dominada por el automóvil, por los rascacielos y por las grandes vallas publicitarias, la escultura monumental tiende a pasar desapercibida. Todo ello, unido a sus valores eminentemente patrióticos y patriarcales, parece que hubiera vuelto este arte monumental completamente obsoleto.
No por ello sin embargo dejan de erigirse estatuas y monumentos, e incluso el lenguaje de la escultura monumental parece que se haya renovado a finales del s. XX y con la llegada del nuevo milenio. Pues lo cierto es que, a pesar de su aparente obsolescencia, se han seguido erigiendo estatuas, monolitos, y se han seguido colocando diversos objetos más o menos decorativos en plazas, parques y rotondas.
Son numerosos los artistas que han tratado de explorar esta nueva deriva de la escultura monumental, a veces parodiándola, a veces sometiéndola a crítica severa y, a veces, simplemente, reformulándola.»
2015/ Ongoing project
El hombre del saco is formed up to now by a photographic politician and a series of sculptures of format or prototypes. In El hombre del saco (The man of the sack) is reflected on the violence exerted by the State during the Spanish military dictatorship. It analyzes the architectural structures that serve as place, but also an icon and symbol of the sadistic behavior of the human being to reach the objectives of geographical, political, racial and speciesist expansion. The project joins, ultimately, the debate on the architecture of power.
The structure of the obelisk is particularly prominent, appearing in one of the images that make up the photographic diptych: it is one of the so-called «torres de enfilación» (Bay of Alcudia Alcudia, Mallorca) that originally served for submarine military exercises of the Polygon of Submarine Weapons Corria of 1941 To 1970. The submarines were training shooting maneuvers throwing torpedoes sailing through the center of the bay. It consisted of finding the line of position obtained by the superposition of the towers, the system of coating. The towers meet regularly and form a group of 14 couples that are located from the Albufera de Muro to Colonia de Sant Pere, along the Bay of Alcudia (Mallorca). Between tower and tower there is a distance of 1240 meters. Originally painted in white, numbered and with red marks at different levels for the practices of the navy. The towers were no longer obsolete and the subsequent abandonment resulted in a state of deterioration, reason why it was decided to rehabilitate some of them. At this time they have no use. Next to this image, it completes the photographic diptych, a documentary image of the present state of the common grave of Sa Coma, Bayo (Manacor, Mallorca). This pit is located in the middle of the beach of sa Coma (Sant Llorenç) and is part of the 44 mass graves with remains of reprisals of the Franco regime in Mallorca. The Association Memòria Històrica de Mallorca has managed to document the existence of this grave with 500 people shot by the national forces. It is believed that most of the 500 bodies that lie here are Republicans commanded by Captain Bayo who landed in August 1936 between sa Coma and Portocristo. The burial of sa Coma is considered by the researcher Antoni Tugores as «the largest of Mallorca». It is located in the most northern part of the sand and parallel to the coastline.
The title of the project is taken from the Spanish legend of «El hombre del saco» or «viejo del saco» is a popular mythical character still present in some areas. He is represented as a man who wanders through the streets when it is dark for lost children to take them in a big sack to an unknown place. This character is characterized as a scare of children, and is used as an argument to force them to return home at an early hour. It is similar to the coconut and identifiable with the «sacamantecas», since it has the same origin as the latter. The legend of the Man of the sack has its real base in a crime committed in Gádor, a town of Almería, in 1910.
https://memoriahistorica.org.es
El hombre del saco where showed in the collective exhibition Reconsiderando el Monumento curated by Miguel Cereceda (May 31/ September 15, 2019. Quintanar de Segovia Palace, Segovia). Artists: Fernando Baena together with Rafael Sánchez-Mateos, Domènec, Andrés Durán, Leandro Erlich, Concha Garcia, Rogelio López Cuenca together with Elo Vega, Cristina Lucas, Ulises Matamoros, Luis Montes Rojas, Miguel Ángel Moreno Carretero, María José Ollero, Bernardí Roig, Paula Rubio Infante, Domingo Sánchez Blanco, Fernando Sánchez Castillo, Santiago Sierra and Susana Villanueva.
«Public and monumental art seems one of the great forgotten in the history of art. People hardly recognize statues and sculptures in city squares and streets, but generally ignore the makers of these works. This is surprising, since it is a public art, which belongs to everyone. However, the official, patriotic and commemorative character that the statue and public sculpture in general usually have, mean that its aesthetics are considered as traditional, not very new or conservative, and that is why the statue is especially forgotten by art historians. . For the rest, the public and monumental sculpture has something of the nineteenth century and, in the context of the great contemporary city, dominated by the automobile, by the skyscrapers and by the large billboards, the monumental sculpture tends to go unnoticed. All this, together with its eminently patriotic and patriarchal values, seems to have made this monumental art completely obsolete.
However, this does not mean that statues and monuments cease to be erected, and even the language of monumental sculpture seems to have been renewed at the end of the s. XX and with the arrival of the new millennium. Well, the truth is that, despite their apparent obsolescence, statues and monoliths have continued to be erected, and various more or less decorative objects have continued to be placed in squares, parks and roundabouts.
Numerous artists have tried to explore this new drift from monumental sculpture, sometimes parodying it, sometimes subjecting it to harsh criticism, and sometimes simply reformulating it.»
https://palacioquintanar.com/deciamos-ayer-2019-reconsiderando-el-monumento/8422
Year2015